Dos Poemas desde El Golgota
Detalle de "la Crucifixión" de Matthias Grünewald Soneto a Cristo crucificado (Anónimo) No me mueve, mi Dios, para quererte el cielo que me tienes prometido; ni me mueve el infierno tan temido para dejar por eso de ofenderte. Tú me mueves, señor; muéveme el verte clavado en una cruz y escarnecido; muéveme ver tu cuerpo tan herido; muévenme tus afrentas y tu muerte. Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera que aunque no hubiera cielo, yo te amara, y aunque no hubiera infierno, te temiera. No tienes que me dar porque te quiera, pues aunque cuanto espero no esperara, lo mismo que te quiero te quisiera. Poema A La Muerte De Cristo Nuestro Señor (Lope de Vega) La tarde se escurecía entre la una y las dos, que viendo que el Sol se muere, se vistió de luto el sol. Tinieblas cubren los aires, las piedras de dos en dos se rompen unas con otras, y el pecho del hombre no. Los ángeles de paz lloran con tan amargo dolor, que los cielos y la tierra c