Satán, Dios y la rebelión del hombre en la poesía de Baudelaire
Uno de los textos más sinceros de Baudelaire es “Mi corazón al desnudo” en el cual citaré textualmente “Existen en todo hombre, y a todas horas, dos postulaciones simultáneas: una hacia Dios y otra hacia Satán. La invocación a Dios, o espiritualidad, es un deseo de ascender de grado; la de Satán, o animalidad, es un gozo de rebajarse”. El poeta plantea que el hombre es un ser desquiciado por antonomasia, sumergido en ese temple que sólo puede dar el angelismo o el bestialismo. El individuo de Baudelaire es un sujeto dividido entre Satanás y Dios, atraído con idéntica fuerza por lo divino y lo diabólico, y de esta naturaleza derivan sus experiencias más sublimes y más sórdidas. En lugar de dividir las relaciones entre el amor y el mal, en él aparecían mezclados, lo que la moral burguesa no podía admitir. Dentro de los textos de Baudelaire, encontramos que la naturaleza es un acertijo por descifrar, el hombre y su desgarramiento ante el bien y el mal, que no es nada más que